viernes, 2 de diciembre de 2011

RG2 A-301011

RG2 A-301011

CRONICA DE UNA ETAPA POR EL ANILLO VERDE DE MADRID: RECORRIDO (PARQUE DE ARIAS NAVARRO EN ALUCHE- ESTACIÓN DE CERCANIAS DEL POZO DEL TIO RAIMUNDO).

Salida desde Leganés desde el barrio de Arroyo Culebro, a las 9,00 horas. Componentes: Sólo iba Dimas el hachacero, los otros componentes de (Pezuña y Pedal), estaban de puente, en esta España nuestra como decía Cecilia, eso se nos suele dar bien, uno en Paterna del Río, Almería, otro en los Navalucillos, Toledo, y un tercero que no tiene pueblo, no suele llevar móvil y el de cónyuge no contestan. De otra parte el núcleo duro del (Burro Veloz), éstos no estaban de puente, pero optaron por la zapatilla, y sudar la camiseta a la antigua usanza, así que me fui sólo.

La incorporación al circuito: La cosa empezó bien, un día radiante, crucé el Campo de Tiro, cuantos recuerdos, pronto llegué a la Fortuna, hice un recorrido por sus calles, solitarias, dado que era temprano y andábamos metidos en pleno puente. Pronto salí de la Fortuna, y crucé la glorieta de incorporación y salida de la M-40, acto seguido cogí la carretera que me llevaría primero hasta el Aeródromo de Cuatro Vientos, y posteriormente por las calles Millán Astrais y Rafael Finat, llegue hasta el intercambiador de Aluche, pregunté a un caballero que andaba con su perro, ¿por favor el Anillo Verde?, los tiene usted a 200 metros, siga de frente.

Empieza el circuito: Una vez metido de lleno ya en el Anillo Verde, me surgieron algunas dudas, será esté, al momento me adelantó un ciclista a toda velocidad, y observé que el camino se ensanchaba, se despejo mi duda, al pronto me impresionó, que bonito. Pongo plato grande y a toda velocidad me dirijo junto con otros ciclistas compañeros de camino, a los que no conozco de nada, hacía la Casa de Campo.

Tras cruzar la carretera de Extremadura entramos en la Casa de Campo, sentí cierta nostalgia pues el olor a hoja podrida, me recordó a los otoños hachaceros. Sin darme cuenta ya estaba en el Zoológico y unos minutos mas tarde en el lago de la Casa de Campo, allí el camino se confunde pues va por la antigua carretera señalizada ahora para bici.

Junto al lago de la casa de campo, varios caballistas señalaban con la mano, que pasa le pregunté a un Agente de la Policía Local, nada, contestó, en el Puente del Rey, se reúnen hoy los de la Mesta, revindican por lo visto, aquella forma de vida de nuestro antepasados, cuanto sabían pensé yo para mi. Continúo por el Paseo de los Plátanos, hasta el quiosco la Manzana, paso la Manzana y sigo hasta cruza la vía del tren, a través de un túnel, y luego Manzanares arriba hasta cruzarlo, y con posterioridad cruzo la carretera de la Coruña y la del Pardo.

Aquí el circuito se estrecha considerablemente, casi te rozas con el ciclista que viene de frente. Llegamos a la Calle Arroyo del Fresno, aquí se nota poderío, chalet cerrados a calicanto, vallas muy altas, y muchos árboles que no dejan ver el interior, dije yo para mí, no creo que vivan aquí esa gente que dice representar a los obreros.

Seguimos hasta cruzar la carretera de la playa o también conocido como el charco del obrero, aquí empieza una subida, y voy un tanto desorientado, hasta que veo a mi izquierda la estación de pitis, cruzamos la antigua carretera de Fuencarral al Pardo y por fin llegamos a un mirador, donde se anuncian los trabajos de acondicionamiento de la M-40 a su paso por Montecarmelo, no me resisto a realizar una parada en dicho mirador, para contemplar la sierra de Madrid, en ese momento me acordé de los siete picos, y la Mula Coja.

Inicio la marcha y por fin empezamos a llanear, entramos en las tablas, un barrio moderno con grandes avenidas, tan solo recuerdo el nombre de una de ellas, Monasterio del Escorial. En esta zona se observan muchos ciclistas, grandes y pequeños, se ven que son familias de la zona que han querido aprovechar el día. A mi izquierda veo el gran edificio de telefónica, me acordé de Ángel Alhambra, que estará haciendo pensé, dije para mí, seguro que estará dando una vuelta por Paterna del Rió, o por el Puerto de la Ragua, o tal vez esté tomando una copa de vino, de denominación de origen (las tetas de la sacristana).

Coincido al azar con un grupo de ciclistas, y cruzamos a la altura de la cuesta de los Dominicos, la A-1, más conocida como la carretera de Burgos. Entramos en la urbanización Virgen del Cortijo, me acordé del hachazo, mas tarde entramos en San Chinarro. Aquí ya noté el cansancio, exclame: ¡Que grande es Madrid!, pensé para mí tengo que parar y tomar algo, me puede dar una lipotimia.

Al cruzar la M-11, y M-40, a mi derecha subiendo unas escaleras veo el Bar Miño, no dejé pasar la ocasión, y entré, me dijo el camarero, pase usted al fondo que hay sito. Póngame una jarra de cerveza con limón, y un picho de tortilla, le dije, pronto llegó la cerveza, media jarra de un trago, después llegó la tortilla, con guarnición traía, pimientos, tomate y cebolla; todo riquísimo. Entré en conversación con el camarero, por la forma de atender parecía el propietario, vengo de Leganés, le dije, contesto de San Nicasio y Campo del Tiro, se ve que conocía bien Leganés, pero no entramos en detalle, Recomiendo este bar, está situado, en la Calle Santa Virginia Nº 31, y propongo que sea parada obligatoria para Pezuña y Pedal en futuras ocasiones.

Después de reponer fuerzas la bici parecía volar, enfilamos una bajada en paralelo a la M-40, algunos ciclistas iban mas de prisa que el Burro Veloz, a la izquierda nos queda el IFEMA, pronto llegamos al barrio de la Piovera, y mas tarde a la Alameda de Osuna, cruzamos la A-2, mas conocida como la carretera de Barcelona, enseguida entramos en la Ciudad Pegaso, una ciudad de la década de los cincuenta o sesenta, construida en la época del franquismo, cuando la España rural emigraba en masa a las ciudades, se observan unos bloques raquíticos envejecidos y por su aspecto piso de pocos metros. En esta zona el Anillo Verde se confunde con una calle del barrio, cuyo tramo está señalizado para la circulación de bici.

Pronto llegamos a San Blas, ya se divisa el Estadio de la Peineta a la izquierda. Aquí llegó el despiste, cogí un carril local y me adentré en el barrio de San Blas, preguntó a un caballero que paseaba con un niño de corta edad subido en un triciclo, ¿por favor me podría decir si esto es el Anillo Verde?, se lo ha dejado usted atrás, sigue por la zona de la peineta junto a la M-40, lo tengo que encostrar, pensé, así que volví hacia atrás y lo encontré. Por esta zona el anillo verde va entre un parque y con una achura considerable, pero no hay que confundirse todo el anillo no es para la bici, hay una zona limitada para los peatones, zona que se suele respetar por ambas parte, tal vez haya habido mas de un atropello.

Al fondo se divisa el pirulí, ya entramos en la Fuente Carrantona, dirección hacia el barrio de Moratalaz, aquí me volví a acordar de ese Burro Veloz curtido en mil batallas, cuanto sudor ha derramado aquí el burro, pensé.

Cruzamos la A-3, o carretera de Valencia, esto ya es volar, el anillo transcurre por un gran parque paralelo a la M-40. Aquí el cansancio hace mella miro el reloj, y son las 13,20, horas, hecho cuentas me salen 4 horas y 20 minutos dándole a los pedales, que hago dije para mi, sigo hasta el Hospital Doce de Octubre y cojo allí el tren, o me quedo en la estación del Pozo de Tío Raimundo, no había terminado de tomar la decisión, y de frente escasos metros veo la (C) del cercanías, así que dije hasta aquí hemos llegado.

Con la satisfacción del deber cumplido me dirijo hacía la entrada de la estación, había tenido la precaución de echar mi bono anual que nos subvenciona el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. Una vez dentro del recinto la gente me mira, tal vez se me notaba cansado. Momentos después, se escucha por Megafonía: “Tren con destino a Chamartín, vía uno, tren corto”. Me aproximo a una puerta para entrar el último pero en su interior ya va una ciclista, echo a correr para la otra puerta y veo otro ciclista, tal vez su pareja, van uniformados con un polar y pantalón marrón, quien serán este gente, pensé, tengo que tomar la decisión el tren no espera, entró, vamos muy apretados con las dos bicis ocupamos el espacio entre puertas. La gente se resigna, quizá porque deben estar informados, que los fines de semana se permite ir con bici en el tren.

Llegamos a la estación de Entevias, éramos pocos y parió la abuela, se escuchó una voz, ¡dejen pasar por favor!, a la vez que subía una gitana joven toda vestida de negro, con un carrito de bebe acompañada por otra más joven, giré con cierta dificultad un poco la rueda de mi bici y enseguida la gitana mas vieja se sentó con cierta dificulta junto a mi bici.


Llegamos a Atocha, creo que la normativa no permite subir con la bici por las escaleras mecánicas, pero yo dije, tal vez no me vean, y me colé, iba cansado. Cambio de vía y cojo en tren con dirección a Leganés- Arroyo Culebro, este tren no era tan corto y además iba menos gente, en 20 minutos ya estaba en Arroyo Culebro, subo de nuevo en la bici a penas unos 300 metro, hasta llegar hasta la casa de Eva y Pablo, pues ellos me autorizan dejarla la bici en su trastero, pues hay que asegurarla ya me han choriceao una de mi garaje.

Pero esto no es todo unos 20 minutos separan la casa de Eva y Pablo de la de Mercedes y Mía, tengo que ir andando, antes compre el pan en la panadería denominada el Horno en Arroyo Culebro, al fin llego a casa y me siento muy satisfecho de la aventura, y como se suele decir, hay que vivirlo para contarlo, os animo a todos que lo viváis y después lo cantéis.

Leganés, a 30 de octubre de 2011



Dimas Peláez Navero
(Andaluz, Cortijero y Rociero)

Plano de Anillo verde de Madrid.jpg
PLANO DEL ANILLO VERDE

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